Primero de Mayo: Día del trabajo

Primero de Mayo: Día del trabajo

Recientemente, en gran parte del mundo y nuestro país, se celebró el Día del Trabajo, como una forma de rendir honor a todos los trabajadores de Chicago, que en el año de 1886 comenzaron una huelga para exigir mejores condiciones laborales.
En Chile, durante el siglo XX, también se levantaron muchos movimientos sociales, eran las luchas y reivindicaciones de los trabajadores por mejores condiciones de vida y trabajo. Las primeras manifestaciones del movimiento social, surgieron en los centros mineros del norte del país, los puertos y ciudades, donde los artesanos y obreros fueron sus protagonistas. Sin duda que este tipo de hechos le han otorgado de alguna forma la revalorización que amerita el trabajo y nos invita, además, a reflexionar que, si no fuera por esas personas detrás de los distintos trabajos y oficios, no tendríamos la sociedad de hoy día.
Los trabajadores han construido nuestra historia y nuestro patrimonio material e inmaterial; y uno de los rubros en que esto se hace más evidente es la construcción a través de las manos de obreros, maestros carpinteros, albañiles, pintores, artesanos, instaladores y muchos más, se ha construido el patrimonio arquitectónico, con obras asociadas a la industria minera, agrícola, ferroviaria, portuaria; a la infraestructura vial o de defensa y viviendas, entre muchas más.
Es sólo ponernos a pensar, por un momento, en todas las personas que hubo detrás de la construcción de las líneas férreas de la región y su conjunto de estaciones, obras de gran ingeniería y valiosas tipologías arquitectónicas, como por ejemplo el puente Chirre en Río Bueno, el puente de Fierro y la Estación Collilelfu de Los Lagos, la Estación de Pichirropulli en Paillaco y otros. O detrás de los edificios e instalaciones de grandes industrias, como la Carbonífera de Pupunahue o los Altos Hornos de Corral. El tipo de carpintería al nivel de una artesanía con decoraciones casi artísticas que podemos encontrar en las casonas de madera, incluso el mismo Teatro Cervantes una obra pionera para su época, en hormigón armado, con todos los detalles y ornamentaciones que le caracterizan. Al verlas hoy parecen muy difíciles de replicar, de hecho, complejas de restaurar, pero en todas ellas están las manos de los trabajadores que le han dado forma a nuestra historia.

Columna de Opinión por Leyla Sade, Directora de Patrimonio de la Asociación Patrimonial Cultural de la Región de Los Ríos.

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