La historia que nos ha heredado el territorio de Mariquina da cuenta de grandes tesoros patrimoniales. Como Chan Chan 18, el sitio arqueológico más antiguo de toda la costa de esta región y que evidencia la ocupación humana de cazadores y recolectores de hace 6.000 años. Asimismo, la cultura mapuche que ha habitado ancestralmente el valle, dando cuenta de eso los españoles que al llegar al territorio reconocen 10 linajes mapuche que originan el nombre Mariküga (Mari:diez – Küga:familia) y su pueblo williche y lafkenche, quienes nos han legado sus tradiciones, siendo la artesanía en boqui pil pil una de ellas. Los primeros tesoros humanos vivos de Los Ríos.
Con la llegada de los españoles y el comienzo del sometimiento mapuche, podemos identificar otros 3 patrimonios: Casa Piedra, formada en la última glaciación hace 10 mil años, lugar sagrado de los antiguos mapuche y que formó parte del sistema de extracción de oro; el patrimonio religioso; y el Fuerte San Luis de Alba, encargado de mantener y dar continuidad a la Ruta Real que unía Concepción con Valdivia. Mariquina se convirtió en la frontera sur de la Araucanía y puerta de entrada a Valdivia.
Posteriormente, la llegada de los alemanes y el establecimiento de Mariquina como cabeza misional de la Araucanía, nos heredó inmuebles emblemáticos, como el complejo religioso de la costanera, la iglesia de Pelchuquín, San José y Ciruelos; la Casa de la Cultura; el molino y ruinas portuarias de los vapores que navegaron el Cruces, lo que hoy es el Santuario de la Naturaleza. También la Ranita de Mehuín, especie endémica y en extinción.
Y por supuesto la cultura mapuche aún presente, manteniendo tradiciones inmateriales como el wetripantu, artesanías, y otros conocimientos y forma de vida sustentable con la ñuke mapu.
Plantearnos y evidenciar estos tesoros patrimoniales nos supone la pregunta del qué haremos. El desafío es proteger, conservar y hacer que éste subsista como un bien de desarrollo económico, turístico y cultural. Los planes de gestión y de manejo de éstos y su futuro, es decisión y acción de todos. Cómo poner en valor el patrimonio sin destruirlo, ¿Qué piensas tú? ¿Qué harás? Si no te das cuenta, esto es un llamado a la acción.
Columna de Opinión por Karin Müller Soto, Encargada de Cultura y Patrimonio de la Municipalidad de Mariquina.