Ser miembro del directorio de la Asociación Patrimonial y Cultural de la Región de Los Ríos (APC) es un honor que trasciende el simple compromiso. Es un papel que envuelve una multitud de responsabilidades, sueños y, sobre todo, la profunda convicción de preservar y promover la herencia cultural que define a esta hermosa región chilena. El directorio no solo actúa como un órgano de gestión; es, sobre todo, un faro de esperanza y un catalizador de cambios positivos.
La riqueza patrimonial de Los Ríos se manifiesta en sus tradiciones: música, gastronomía y especialmente en su gente. Cada uno de estos elementos cuenta una historia que, al ser contada y compartida, crea un tejido social fuerte y cohesionado. Como miembro de este selecto grupo, tengo la responsabilidad de ser un guardián de esas historias. Mi rol consiste en trabajar codo a codo con otros apasionados por nuestro patrimonio, para asegurar que las tradiciones no solo se mantengan vivas, sino que también evolucionen y se adapten a los tiempos modernos.
Además, nuestro trabajo no se limita a las fronteras locales. Visualizamos un intercambio cultural más amplio. Por ello, buscamos alianzas con otras regiones y países que compartan nuestra pasión por la cultura. Organizar festivales interculturales nos permite mostrar al mundo lo que Los Ríos tiene para ofrecer, creando un puente entre nuestro pasado y el futuro.
Por último, mi rol también implica ser un líder. Un miembro del directorio debe poseer la capacidad de motivar y guiar a otros. La cohesión del equipo es fundamental para el éxito de cualquier proyecto. Fomentamos un ambiente de respeto y apertura, donde cada voz es escuchada y valorada. La diversidad de pensamientos enriquece nuestras decisiones y nos permite abordar los problemas desde múltiples ángulos, buscando siempre la mejor solución.
El compromiso con la APC es, en última instancia, un acto de amor hacia nuestra tierra y su gente. Con cada paso que damos, se siente la pulsación viva de nuestra cultura. Ser parte del directorio es saber que estamos escribiendo un capítulo importante en la historia de Los Ríos, uno que será recordado y celebrado por muchas generaciones venideras. Nos embarcamos juntos en esta aventura, dejando una huella indeleble, un legado que respira y vive en cada rincón de nuestra región.